DE UN PADRE SEÑOR, concédeme la gracia de ser un verdadero padre y darle a mis hijos lo mejor que hay en mí. Quiero enseñarles la responsabilidad, el respeto y el amor, a través de mi ejemplo de vida y mis palabras de aliento en cada momento. Que cuando ya no estén a mi lado, puedan experimentar mi cercanía, en mi cariño y mi oración. Y Tu presencia en sus vidas sea cada vez mayor. Amén